La Navidad no es solo el 24 de diciembre… Ésta empieza con el solsticio de invierno el 21 de diciembre y por 11 días hasta el 1 de enero se nos da la oportunidad de recogernos e ir a nuestro interior y suavemente y con amor limpiar “nuestra casa”.

Es una época para reflexionar sobre el año que esta terminando, en cómo lo vivimos y poder soltar, perdonar y aceptar. Se nos invita a que abracemos esas oscuridades y las iluminemos con la gran ayuda que ahora recibimos del Creador, de los Seres de Luz y del Cosmos.

Así podremos surgir a un nuevo año renovados, tranquilos, llenos de paz y armonía para poder plantar las nuevas semillas que florecerán a lo largo del año 2019.
Es importante hacer estos cambios con pensamientos positivos y celebrarlos junto con nuestra Madre Tierra para que ella también sienta paz y armonía y pueda suave y amorosamente hacer sus propios cambios. Recuerden estamos dentro de ella y lo que hagamos para nosotros lo hacemos para ella y para todos aquí en la Tierra.
Mi deseo es agregar desde mi corazón mi paz y mi amor y expresarles mi enorme gratitud a todos ustedes por estar en mi vida, ya que ustedes han hecho que yo aprenda y crezca aun más para poder compartirlo y ayudarlos a todos para que también alcancen sus mayores potenciales.
