A continuación les comparto un maravilloso mensaje que llego a mí en un momento en que solicite guía… Espero que aquellos que la necesiten (la hayan o no pedido) les sirva este mensaje canalizado por Jennifer Hoffman, en donde nos habla el Arcángel Uriel.
El nombre Uriel significa «el fuego de Dios». Representa la fuerza todopoderosa del espíritu de la vida. Su atributo es una llama de fuego que representa su misión de despertar la conciencia de los seres humanos con el fuego de la verdad.
Traducción: Rosa García
El camino de la Ascensión es un ciclo que consiste en elegir entre una serie de opciones, y cada elección sentará las bases para el siguiente ciclo. Por lo tanto, no hay elecciones equivocadas ni tampoco caminos equivocados. Todas se basan en el deseo del alma de alcanzar la totalidad y la congruencia. Cuando sabemos que ha llegado el momento de tomar una decisión, ésa es la confirmación de que hemos llegado al final de un ciclo kármico. Y, cuando abrazamos nuestro poder de elegir, también regalamos a otros la libertad de elegir nuevos potenciales para sí mismos.
Las conexiones energéticas que nos mantienen anclados a ciclos kármicos con nuestros grupos del alma provienen de elecciones que se tomaron a raíz del trauma de experiencias kármicas. Se crearon a partir de la culpa, el miedo y el arrepentimiento. El camino de vida que establecen consiste en la compensación, la sanación y en las obligaciones contraídas con otros. A medida que vamos eligiendo nuevos caminos y podemos hacer nuevas elecciones en nuestra realidad, alineamos nuestra energía con un nuevo sendero y hacemos a nuestro grupo del alma un regalo: el potencial de nuevas opciones también para ellos. Las escogerán cuando puedan alinearse con una frecuencia más alta y puedan liberar su karma.
El contrato kármico pierde fuerza cuando uno de los miembros del grupo elige algo nuevo. A medida que los ciclos kármicos van perdiendo componentes, también pierden su cohesión y su poder. Cada persona que abraza su poder y se libera del karma pasado mediante una elección (de alegría, libertad, paz, amor y consciencia de sí mismo), crea una vía para todos los miembros de su grupo, para que también puedan optar por dejar atrás ese camino kármico. Lo cual es un regalo, no una obligación. Cada persona escogerá de acuerdo con sus necesidades de crecimiento, con su grado de alineación, su conexión con la totalidad y su intención.
Podríamos pensar que todos deberíamos hacer las mismas elecciones, pero eso equivaldría a arrebatarnos nuestro poder y nos privaría de los regalos que nos dan nuestras elecciones. El alma más amorosa, más iluminada y consciente del grupo es la que tiene el valor de salir del ciclo kármico. Y su elección permite al resto del grupo saber que ellos también pueden optar por salir del sendero kármico. Pero creer que todos deberían tomar la misma decisión, que todos desean terminar sus ciclos o que todos han completado ya su sanación, es un motivo de frustración para quienes no pueden alinearse aún con ese potencial.
Céntrense en su camino y en su viaje. Sean conscientes de las opciones que abren nuevos potenciales, que crean alineaciones sin karma, y que traen a su vida la plenitud que su alma desea. Abracen su poder de escoger la intención de que la paz, el amor, y la alegría estén presentes en su realidad. Después, ofrezcan sus poderosas elecciones como un regalo a su grupo, y denles a todos la libertad de elegir por sí mismos. De esta manera, estarán creando nuevos caminos, lejos del karma y de la densidad. En su lugar, vivirán la manifestación creativa de su poder y de su intención de vivir con la alegría y la libertad de haber elegido una vida sin karma. Ofrezcan su regalo sin expectativas ni lamentos. Y sean la inspiración que muestra lo que es posible cuando elegimos con valor y poder, alineados con nuestro potencial más elevado.
Por Jennifer Hoffman
